-Compra flores frescas de verdad, asegúrate de que están recién cortadas y que no son de cámara. Por ejemplo las rosas, si son recientes, estarán duras por dentro.
-Al llegar a casa córtales uno o dos centímetros en un ángulo de 45 grados. Repite la operación a diario y no te olvides de cambiarles el agua cada día también.
-Pon agua fría y asegúrate de que el jarrón esté lleno hasta arriba.
-Mantén el agua siempre limpia, así evitarás que proliferen bacterias. Esto significa que es fundamental retirar los pétalos que puedan caer y las hojas sumergidas.
-Coloca tu ramo siempre alejado de fuentes de calor, calefacciones, aire acondicionado y luz directa del sol.